6 Consejos para ser un buen invitado de Primera Comunión

Estamos en esa época del año en la que muchas parroquias celebran bautizos, bodas y primeras comuniones. Los niños recordarán su Primera Comunión como un acontecimiento muy especial: han estado preparándose para ella a través de los programas de catequesis durante mucho tiempo, por lo que habrán captado al menos un poco su importancia. Además, es algo de lo que probablemente toda la familia haya hablado y preparado. También es probable que tengan otros amigos y primos que hagan la Primera Comunión.

Si te han invitado a una Primera Comunión, ¿Qué se espera de ti? Tanto si hemos ido a la iglesia con regularidad como si no, todos queremos que sea un día especial para los niños que reciben el sacramento de la Eucaristía por primera vez. Para ayudar a que ese día sea memorable para los niños y sus familias, considere las siguientes sugerencias.

LO MÁS IMPORTANTE NO SON LOS REGALOS

Por supuesto,  a los niños les encanta recibir regalos de los invitados al evento. Y los regalos de comunión eso no es lo más importante del día. Lo más importante es lo que ocurre: el regalo de la Eucaristía. Podemos ayudar a los niños a entenderlo mediante los mensajes que incluimos en la tarjeta que acompaña a los regalos, y en las palabras que les decimos.

HABLAR CON SUS PADRES SOBRE LOS REGALOS

Así nos aseguramos de comprar algo que esté en armonía con la forma en que los padres están planeando la celebración de la Primera Comunión. A algunos padres les gusta que los invitados den un regalo monetario, mientras que otros prefieren que hagamos una donación a una buena causa en nombre del niño. Y otros nos piden que contribuyamos a comprar un escapulario, un rosario o una medalla sagrada para el niño, que es un regalo que puede reforzar el significado del evento y puede durar toda la vida.

FACILITAR EL DÍA A LOS PADRES

El día de la Primera Comunión, los padres de los niños tienen mil cosas en las que pensar. Es fantástico que puedan contar con nosotros para ayudarles con la logística, como por ejemplo ayudar a otros invitados a llegar al evento. Si la familia es numerosa, puede ser útil que podamos trasladar a los miembros de la familia de la casa a la iglesia, o de la iglesia al lugar de la celebración posterior. Si podemos ofrecernos para ayudar de esta u otra forma práctica, puede marcar la diferencia.

LLEGAR A TIEMPO A LA IGLESIA

En una ocasión como la Primera Comunión, es especialmente importante que todos los invitados y familiares estén en la iglesia con suficiente antelación, antes del comienzo de la misa De esta manera, estaremos preparados para cualquier problema imprevisto con el tráfico, o cualquier descuido que nos haga tener que volver a casa a recoger a alguien o algo.

ESTAR PREPARADOS

Para no interrumpir la misa, asegúrate de apagar tu teléfono móvil antes de que comience. Esto te ayudará a unirte a la celebración tanto interna como externamente. La Primera Comunión puede ser una ocasión propicia para volver a la iglesia después de una larga ausencia y si es así, podemos aprovechar para confesarnos previamente, si es que hace tiempo que no lo hacemos. Así estaremos preparados para comulgar dignamente y nos uniremos a los niños en su camino de oración y sacramentos, desandando los pasos de nuestra propia Primera Comunión.

APROVECHAR LA OCASIÓN PARA ESTRECHAR LOS LAZOS FAMILIARES

Es posible que veamos a miembros de la familia a los que no hemos visto en mucho tiempo. Es una gran ocasión para ponerse al día y expresarles nuestro cariño en persona, sobre todo si las distancias geográficas nos suelen separar. También puede ser una ocasión para suavizar situaciones difíciles del pasado, lo que puede suponer que demos el primer paso. La comunión es un sacramento de unidad; tratemos de hacer visible esa unidad, y no sólo durante la misa.

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