Los reductores de velocidad desempeñan un papel importante en la pacificación del tráfico y en el aumento de la concienciación en la carretera.
La velocidad es el factor principal en la mayoría de los accidentes de vehículos, aumentando tanto el riesgo como la gravedad. A medida que los conductores se mueven más rápido, tienen menos tiempo para responder a las condiciones de la carretera y cualquier colisión resultante causa más daños.
Para contrarrestar el problema del exceso de velocidad, los municipios pueden elegir entre una serie de herramientas de pacificación del tráfico para fomentar la conducción segura. Los límites de velocidad, los badenes, las rotondas y las señales son algunas de las estrategias utilizadas para reducir la velocidad de los conductores y aumentar su concienciación.
Aunque las zonas de velocidad también fomentan la conducción segura, su aplicación a gran escala puede resultar difícil y costosa. En las zonas en las que el exceso de velocidad conlleva un mayor riesgo, los desvíos verticales imponen una reducción de la velocidad. Los badenes y los resaltos de velocidad son ejemplos de estas desviaciones verticales, y se utilizan mucho por su facilidad de instalación y su bajo coste.
Badenes o resaltos de velocidad
A pesar de que los nombres son similares, los badenes y los resaltos no son intercambiables, sino que se diferencian en su funcionamiento. Ambos utilizan una elevación de 2 a 4 pulgadas para obligar a los conductores a reducir su velocidad. Los badenes tienen una distancia de recorrido mucho más corta que los montículos y crean una sacudida más agresiva para el conductor.
Los badenes miden hasta 1,80 metros de largo, lo que obliga a reducir mucho la velocidad. Las ruedas delanteras de los vehículos pasan por completo por encima del badén antes de que lo hagan las ruedas traseras, lo que hace que el conductor sufra dos badenes. Esto obliga a los conductores a reducir la velocidad hasta casi detenerse para pasar por encima de ellos con seguridad y comodidad.
Los badenes son modulares y tienen una anchura de entre 3 y 4 metros, o toda la anchura de la carretera si se desea. Los vehículos pueden pasar por encima de ellos con menos sacudidas y pueden mantener con seguridad velocidades de 15 a 20 millas por hora. Son más adecuados para las carreteras locales y los carriles en los que se prefieren las velocidades bajas, pero no es necesario ni conveniente detenerlos por completo.
Beneficios de los badenes
Los badenes están pensados para reducir la velocidad del conductor a 10-15 millas por hora sobre el badén, y 25-30 millas por hora entre los badenes de una serie. Deben colocarse de forma que no interrumpan los carriles para bicicletas ni el aparcamiento en la calle.
Los resultados no revierten con el tiempo. Otras medidas para calmar el tráfico, como las señales de «despacio», pierden eficacia con el tiempo. La reducción de la velocidad y el volumen de tráfico de los badenes puede permanecer mucho tiempo después de que los conductores locales se acostumbren a su presencia.
Precauciones con los badenes
Aunque se ha demostrado que los badenes reducen la velocidad y hacen que los barrios sean más seguros, algunos críticos afirman que pueden causar daños a los vehículos, aumentar el tiempo de respuesta a las emergencias y aumentar el ruido del tráfico. Afortunadamente, muchos de estos problemas pueden mitigarse mediante una planificación adecuada de los badenes.
Daños a los vehículos
Existe la posibilidad de que los badenes dañen los bajos de los vehículos, sobre todo si éstos están rebajados. Hay varios métodos que los planificadores urbanos pueden utilizar para mitigar cualquier daño potencial:
- Colocación: Los badenes deben colocarse en carreteras llanas, ya que un cambio de inclinación puede hacer que el badén sea funcionalmente más alto. También hay que tener en cuenta la ubicación en relación con las intersecciones, los accesos, las alcantarillas, las farolas y los bordillos.
- Material: Los badenes de plástico y caucho causan menos daños a los vehículos. El caucho se comprime con el impacto, y el plástico sufre daños antes de que se produzcan en el coche. Los badenes de hormigón y metal son más propensos a causar daños debido a su falta de flexibilidad.
- Visibilidad: Los conductores que no pueden ver o anticiparse a los badenes pueden correr el riesgo de sobrepasarlos. La señalización, la pintura y las bandas reflectantes pueden utilizarse para aumentar la visibilidad de los badenes.
- El tiempo: Los badenes pueden quedar ocultos bajo la nieve, sorprendiendo a los conductores e interrumpiendo las operaciones de retirada de nieve. La señalización al lado de los badenes ayuda a reducir los inconvenientes causados por la nieve.